Para conocer el origen del Té debemos situarnos en tres puntos distintos de la geografía del mundo. Son lugares que, aunque están ubicados en distintos continentes, están unidos por una de las culturas más importantes que entremezclan religión, terapia y salud.
El cultivo de la CAMELIA SINENSIS, la planta de la que proceden las distintas variedades de Té remonta sus orígenes en China, Japón y la India. Cada país tiene una enriquecedora y atractiva historia del consumo de esta bebida fascinante.

CHINA
Según cuenta la leyenda, el Té en China nace en el año 2737 antes de Cristo con el emperador Cheng-Nung. Reposaba éste debajo de la sombra de un árbol grande, mientras a su lado se hervía agua en un recipiente. De repente un pequeño torbellino de viento provocó que algunas hojas del arbusto cayesen en el agua caliente tiñéndola y resultando una infusión deliciosa y vigorizante. Sin embargo, ubicaremos la difusión de este descubrimiento en los años 619 a 917 en la dinastía T´ang con el monje budista Lu Yu. A partir de entonces el Té lo relacionarán con arte, historia, religión y por supuesto con salud.

JAPÓN
En pleno auge de la infusión del Camelia Sinensis en China, cerca del año 700 a.Cristo un monje llamado Yeisei llevó el té hasta Japón. Ahí se convirtió en un brebaje unido al arte, la perfección y la pureza. Para esta época el té era reservado solamente a monjes y nobles por sus propiedades curativas, pero esta cultura se fue expandiendo y empezó a formar parte de ceremonias religiosas, reuniones y celebraciones. De aquí nace la ceremonia del Té Verde Matcha, el famoso té verde en polvo de los Japoneses.

Categorías: Infusiones

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